Dimos comienzo a esta obra colocando la estructura de aluminio que soportaría los tableros exteriores.

Durante el proceso de la colocación de esta estructura nos encontramos con que la fachada del edificio no estaba a plomo, es decir, la fachada estaba un poco torcida, como acostumbra a pasar en todas las edificaciones.

Este problema provocó que tuviéramos que realizar regatas en la fachada, es decir, incrustar la estructura en la fachada para, pese a estar la fachada torcida, poder tener la estructura de aluminio recta.

Una vez solucionado este problema, comenzamos con la colocación de los tableros, la cual dio mucho trabajo, para adaptar las medidas de los tableros a la fachada, debido a que existían muchas esquinas, pilares y ventanas.

Este hecho provocó que tuviéramos piezas de diferentes medidas, realizando un trabajo de corte exhaustivo para conseguir la perfección.

Una vez superados estos inconvenientes, la obra ya está encaminada al éxito.